La campaña del Deportivo Independiente Medellín en lo corrido del torneo Clausura ha sido casi que para el olvido, debido a que tiene un serio problema de generación de juego, y sufre irónicamente en un sector que tradicionalmente había sido su fuerte en los últimos campeonatos: La zona defensiva.
Hace unos cuantos meses, cuando se tomó la decisión de entregarle el equipo a Edgar Carvajal, tras la salida de Leonel Álvarez a la selección, la sensación del hincha rojo fue en parte de tranquilidad por que se pensaba dar continuidad a un proceso del que el famoso Panzer habría sido miembro como asistente; pero con el correr de los partidos se evidenció no solo que el cambio fue demasiado notorio (Para mal), sino también que Leonel es un grandísimo entrenador. Al señor Carvajal, sinceramente le ha faltado muchísimo manejo en la toma de decisiones en medio de los partidos, se le suma el hecho de que se ve un equipo sin convicción y falto de la mística que le imprimía Leonel, y para rematar, un divorcio cada vez más evidente entre la fanaticada y el técnico.
Desde el orden administrativo quisiera anotar que es en parte buena la teoría de administrar desde la mesura a un equipo que ha pasado por profundas crisis financieras, pero la austeridad excesiva no es para equipos grandes como el Independiente Medellín, que con 3 títulos en esta década ya acostumbró a su hinchada a ganar, y a los equipos que ganan no se les exige solo sanear las cuentas, se les exige mostrar resultados. Es por esto que al doctor Ciro se le puede responsabilizar y mucho de la actual crisis del Poderoso, por que además de manejar bien la institución desde el punto de vista administrativo, su gestión debe estar calificada en la consecución de objetivos, que a nivel futbolístico se enmarcan en títulos.
De esta campaña hay poco que rescatar del Medellín, pero si debe quedar un aprendizaje y la ejecución de acciones correctivas enfocadas a tener un técnico de renombre, que no mire a los jugadores para arriba, sino que sea respetado por ellos ya que reconocen su trayectoria, y ese es el problema de los dos equipos grandes de Antioquia, que tienen técnicos que no infunden respeto hacia sus jugadores y así, se vuelve casi utópico pensar en resultados.
Hace unos cuantos meses, cuando se tomó la decisión de entregarle el equipo a Edgar Carvajal, tras la salida de Leonel Álvarez a la selección, la sensación del hincha rojo fue en parte de tranquilidad por que se pensaba dar continuidad a un proceso del que el famoso Panzer habría sido miembro como asistente; pero con el correr de los partidos se evidenció no solo que el cambio fue demasiado notorio (Para mal), sino también que Leonel es un grandísimo entrenador. Al señor Carvajal, sinceramente le ha faltado muchísimo manejo en la toma de decisiones en medio de los partidos, se le suma el hecho de que se ve un equipo sin convicción y falto de la mística que le imprimía Leonel, y para rematar, un divorcio cada vez más evidente entre la fanaticada y el técnico.
Desde el orden administrativo quisiera anotar que es en parte buena la teoría de administrar desde la mesura a un equipo que ha pasado por profundas crisis financieras, pero la austeridad excesiva no es para equipos grandes como el Independiente Medellín, que con 3 títulos en esta década ya acostumbró a su hinchada a ganar, y a los equipos que ganan no se les exige solo sanear las cuentas, se les exige mostrar resultados. Es por esto que al doctor Ciro se le puede responsabilizar y mucho de la actual crisis del Poderoso, por que además de manejar bien la institución desde el punto de vista administrativo, su gestión debe estar calificada en la consecución de objetivos, que a nivel futbolístico se enmarcan en títulos.
De esta campaña hay poco que rescatar del Medellín, pero si debe quedar un aprendizaje y la ejecución de acciones correctivas enfocadas a tener un técnico de renombre, que no mire a los jugadores para arriba, sino que sea respetado por ellos ya que reconocen su trayectoria, y ese es el problema de los dos equipos grandes de Antioquia, que tienen técnicos que no infunden respeto hacia sus jugadores y así, se vuelve casi utópico pensar en resultados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber que piensas